TOMATE, LA SALSA DE LA
VIDA
Nota Original publicada por
la Dra.
María Angélica Sassone
Nuevas evidencias
científicas sobre la eficacia del tomate en la prevención del cáncer y los
infartos
Por Carlos
Mateos
- Científicos españoles preparan el lanzamiento de un medicamento contra el cáncer a base de concentrado de tomate
La fórmula ideal de beneficiarse de
las propiedades anticancerígenas del tomate es consumiéndolo en salsa y, a ser
posible, acompañado de alimentos como aceite o queso
Crudo, frito, cocido, en salsa, en
zumo o en un gazpacho, el tomate es un alimento nutritivo y refrescante que, por
su sabor y bajo precio, forma parte de la dieta de la mayoría de los españoles,
sobre todo en esta época estival. Sin embargo, el beneficio de esta sencilla
hortaliza en la salud puede ser muy superior a cualquier fármaco, producto de
costosas y complejas investigaciones, que el hombre haya inventado. Y es que,
hasta la fecha, ningún medicamento ha conseguido tener tantas propiedades
terapéuticas como ha revelado poseer el tomate, puesto que por sí solo previene
el cáncer y el infarto, además de combatir muchas otras enfermedades.
Si un científico proclamara que el producto que ha creado puede prevenir hasta nueve tipos de cáncer, reducir el colesterol, combatir infecciones, fortalecer el sistema inmune, eliminar el ácido úrico, aplacar el dolor artrítico y reducir el riesgo de infarto, cualquiera podría acusarle de mentir y de aprovecharse de las esperanzas de los demás. Si en vez de un científico se tratara de un agricultor probablemente habría que darle la razón, ya que estaría hablando del tomate.
Si un científico proclamara que el producto que ha creado puede prevenir hasta nueve tipos de cáncer, reducir el colesterol, combatir infecciones, fortalecer el sistema inmune, eliminar el ácido úrico, aplacar el dolor artrítico y reducir el riesgo de infarto, cualquiera podría acusarle de mentir y de aprovecharse de las esperanzas de los demás. Si en vez de un científico se tratara de un agricultor probablemente habría que darle la razón, ya que estaría hablando del tomate.
El tomate es un conocido remineralizante y desintoxicante. Además de las toxinas que expulsa debido a su efecto diurético, también se encarga de eliminar el ácido úrico y de reducir el colesterol. No es extraño, por tanto, que un estudio de la Universidad de Carolina del Norte, en Estados Unidos, encontrara que las personas que consumían este alimento con regularidad tenían la mitad de riesgo de sufrir un infarto que aquellos no lo hacían. El estudio comparó a 1.300 americanos y europeos que habían sufrido un infarto con el mismo número de sujetos que nunca lo habían padecido. La conclusión era clara: la diferencia se encontraba en el consumo de tomate.
La sustancia que, según todos los estudios, es responsable de este resultado es el licopeno, un pigmento que le proporciona su característico color rojo. El licopeno también se encuentra en las sandías, las zanahorias, los albaricoques y los pomelos. La diferencia es que el tomate es el que mayor proporción tiene de este pigmento, hasta el punto de que proporciona el 90 por ciento del necesario para el organismo.
Cáncer
Sin embargo, lo que más interés ha
despertado entre los científicos de todo el mundo es la capacidad del licopeno
para prevenir e incluso combatir el cáncer. Tras analizar 72 estudios sobre la
relación entre esta sustancia y el cáncer, un equipo de investigadores
británicos y norteamericanos comprobó que, en 57 de ellos, la relación entre un
menor riesgo de cáncer y la ingesta de licopeno era completamente segura y en
35, "significativa". Este hallazgo permitió a los científicos concluir que esta
sustancia es un poderoso antioxidante que previene la aparición de diversos
tipos de cáncer, especialmente de próstata, pulmón y estómago.
La lista, no obstante, podría ser mayor. El coordinador del equipo investigador, el doctor Edward Giovanucci, de la Facultad de Medicina de Harvard, en Boston, estuvo hace pocos meses en Pamplona, donde confirmó que los datos sugieren que el consumo habitual de tomate previene también el cáncer de esófago, páncreas, mama, colorrectal, bucal y cervical. "Los tomates son ricos en sustancias fitoquímicas con propiedades anticancerígenas, que conducen a la formación de carotenoides como el licopeno, compuestos que protegen a las células de los efectos de la oxidación", según explicó el científico norteamericano.
Giovanucci ya tuvo ocasión de
comprobar las propiedades del tomate en estudios previos realizados en su
universidad. Así, comprobó que los hombres que nunca han tomado salsa de tomate
tienen más posibilidades de desarrollar cáncer de próstata que quienes lo hacen
varias veces a la semana. Según este experto, ingerir salsa de tomate una vez a
la semana reduce el riesgo de sufrir este tipo de tumor en un 10 ó 15 por
ciento, mientras que las posibilidades bajan en un 30 ó 35 por ciento si se hace
dos veces por semana.
Si los hombres deben disponer de una buena provisión de tomates en su nevera para prevenir el cáncer de próstata, el tumor más frecuente en el varón; las mujeres deben hacer lo mismo para evitar el cáncer más habitual en su sexo: el de mama. Tras analizar los niveles de licopeno y de otros carotenoides en 109 mujeres de Boston, los científicos de la Universidad de Harvard llegaron a la conclusión de que, a mayor concentración, el riesgo de cáncer era menor.
Reducción de
tumores
La capacidad del licopeno para retrasar la oxidación de las células, y de este modo su multiplicación, garantiza su capacidad preventiva. El siguiente paso era comprobar si estas propiedades tenían una aplicación en la curación de los tumores. En el último congreso de la Asociación para la Investigación contra el Cáncer de Estados Unidos, que es considerado como el foro sobre cáncer de mayor prestigio en el mundo, se presentaron los resultados de un estudio dirigido por el doctor Omar Kucuk, de la Universidad de Wayne, en Detroit, que aventura un prometedor futuro al respecto.
Los especialistas sometieron a 12 pacientes enfermos de cáncer de próstata a un régimen a base de una ración diaria de este pigmento durante las tres semanas precedentes a su intervención quirúrgica. Tras la operación, los autores del estudio constataron que los tumores no se habían extendido a otros tejidos en la mayoría de los casos (el 67 por ciento) mientras que en el grupo que no había participado en el régimen, el cáncer se había extendido en un 56 por ciento de los casos.
Además, los investigadores comprobaron que el 84 por ciento de los pacientes que se habían beneficiado del tratamiento con licopeno tenía tumores de un tamaño inferior a los cuatro centímetros cúbicos, frente al 55 por ciento en aquellos pacientes operados que no habían seguido el régimen. "Estos resultados sugieren que el licopeno modula las moléculas responsables de la regulación del ciclo celular y causa una regresión de las lesiones cancerosas de la próstata en el hombre", según afirmaron los autores del estudio.
En salsa y con
queso
El licopeno, a diferencia de la
mayoría de los compuestos vegetales, se libera sobre todo al cocinarse. Por
ello, gran parte de las investigaciones comprobaron su eficacia en salsa, que a
juicio del doctor Edward Giovanucci, es la fórmula ideal para beneficiarse de
sus propiedades anticancerígenas, a ser posible, acompañado de alimentos como
aceite o queso. Una combinación que recomienda no porque comparta gustos con sus
ancestros italianos sino porque al cocer el tomate se libera más fácilmente el
licopeno y gracias a estos alimentos se absorbe mejor por el
organismo.
A quien no le guste la salsa de
tomate puede recurrir a su zumo, que constituye otra alternativa eficaz, de
acuerdo con el Instituto Federal de Investigación de la Alimentación de
Karlsruhe, en Alemania. Este organismo científico recomienda beber cada día un
tercio de litro de zumo, algo más de un vaso, para sacar provecho de todos sus
beneficios.
En zumos o en salsas, los habitantes
de la cuenca mediterránea no deberíamos tener demasiados problemas para obtener,
a través de la dieta, los niveles de licopeno necesarios para mantener a raya el
cáncer o al menos para reducir el riesgo de que aparezca. La hortaliza roja
forma parte de infinidad de platos para todos los gustos. Sin embargo no siempre
es así, menos aún con la comida de microondas, a la que el ritmo de vida urbano
ensalza.
Tampoco cabe esperar que a partir de
ahora, los urólogos y oncólogos opten por recomendar tomates a sus pacientes en
vez de fármacos en los que los laboratorios farmacéuticos han invertido ingentes
cantidades de dinero. Es por ello que un equipo de científicos del Centro de
Investigaciones Biológicas Aplicadas (CIBA) de Canarias está trabajando en la
elaboración de un medicamento que contenga licopeno en dosis
concentradas.
Píldoras
españolas
El CIBA es un organismo dependiente
de Instituto Tecnológico de Canarias, de la Consejería de Industria y Comercio
del Gobierno autonómico, y participa en la investigación junto con la
Universidad de Las Palmas y el Ministerio de Industria y Energía. Una
investigación que resulta novedosa ya que, salvo algunas iniciativas similares
en Israel y Estados Unidos, hasta ahora el licopeno era extraído a través de la
fermentación de hongos, y no de tomates, con lo que se podían presentar efectos
secundarios. "La gran diferencia es que con los hongos existen más reticencias
debido a la presencia de fitotoxinas. Con el tomate tienes la ventaja de que es
un producto natural apto para la alimentación", declaró a KARMA 7, el director
del CIBA, Miguel Jiménez. Tampoco es de extrañar que sea Canarias la comunidad
autónoma donde tiene lugar el estudio, ya que el archipiélago es el mayor
productor europeo de tomate con diferencia.
Miguel Jiménez confiesa que "el
proyecto inicial consistía en aprovechar los residuos de la industria
conservera: las pepitas y la piel, pero tuvo que abandonarse ya que no se
producían suficientes desechos. Por eso hemos optado finalmente por trabajar con
la pulpa". Las dos presentaciones en las que el CIBA investiga son el tomate en
polvo (que podría estar en cápsulas) y en oleoresina (grageas). "Diez gramos de
tomate concentrado en polvo equivalen a un kilo natural, en oleoresinas la
concentración es aún mayor", añade este doctor en biología. De este modo,
destaca, con una cápsula se evita tener que comer 2 ó 3 tomates
diarios.
El CIBA ha invertido dos años en la
extracción, purificación y concentración del pigmento y actualmente se encuentra
en la fase final para conseguir su estabilización, de modo que conserve sus
propiedades durante un periodo largo de tiempo. La fase está prevista que
finalice a finales de año, momento en el cual pondrán sus conocimientos en manos
de la industria que quiera comercializarlo como medicamento o como suplemento
alimenticio.
OTROS BENEFICIOS DEL
TOMATE
Además del licopeno, el tomate es un
alimento que contiene una variedad de nutrientes esenciales para el organismo y
beneficiosos para la salud, siempre que no se abuse de
ellos:
Vitaminas
Es rico en vitaminas C y A, dos
carotenoides que nos ayudan a protegernos frente a los primeros rayos del sol.
La vitamina C tiene un importante papel en la formación de colágeno, sustancia
que cohesiona las células de los tejidos y la piel. La vitamina A desempeña una
función fundamental en el mantenimiento de la piel, las mucosas y la vista y
aumenta la resistencia a las infecciones. Asimismo, el tomate contiene vitaminas
de los grupos B, PP y K.
Minerales
Fósforo, hierro, calcio, magnesio,
manganeso, zinc, cobre, potasio y sodio. Mejor que un suplemento
alimenticio.
Glutatión
Antioxidante celular que ayuda a
depurar los productos tóxicos e impide la acumulación de materiales pesados,
como el plomo. La presencia de esta sustancia hace que el tomate se recomiende
en muchas dietas de peso, que requieren una depuración
previa.
Bioflavonoides
Pigmentos encargados de mantener la
integridad de la pared celular, reduciendo su fragilidad y
permeabilidad.
Sección coordinada por:
Dr. Santiago de la Rosa
Iglesias
http://www.canaldinamic.es/medici
Jefe de Servicio de Medicina Complementaria. Clinica Ruber ( 1987-1999 ). Secretario de la Sociedad Española de Acupuntura ( 1996-1999 ) Medico Naturista, Homeopata y Acupuntor.
Jefe de Servicio de Medicina Complementaria. Clinica Ruber ( 1987-1999 ). Secretario de la Sociedad Española de Acupuntura ( 1996-1999 ) Medico Naturista, Homeopata y Acupuntor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario