domingo, 23 de septiembre de 2012

Cancer y Monjas

OJO CLÍNICO
Monjas y cáncer
Enrique Goldbard
1 Jul. 12

Al parecer, la castidad, el celibato y en general la vida de recogimiento no son una protección muy efectiva contra las vicisitudes de la vida terrenal, sobre todo en lo que a enfermedades como el cáncer se refiere.

Todo parece indicar, más bien, que la ausencia de actividad sexual, de embarazo y de lactancia son un riesgo para la salud de la mujer, un riesgo que deben enfrentar las 94 mil 790 monjas católicas distribuidas en diversas órdenes a lo largo y ancho del mundo y del que debieran estar debidamente advertidas.

De acuerdo con un estudio efectuado por JF Fraumeni y otros (Journal Natl Cancer Inst 1969; 42), en el que compilaron datos de 31 mil 658 monjas católicas en Estados Unidos, desde el año 1900 hasta el 1954, estas mujeres tienen un mayor riesgo de morir de cáncer de mama, de ovario y de útero que la población femenina general, particularmente en la edad madura.

Según información originada de diversos trabajos de investigación afines al tema (The Lancet online, 08/12/11), existe un buen número de factores que establecen una relación epidemiológica entre la vida célibe y el riesgo de morir por alguno de los cánceres mencionados.

·Las mujeres nulíparas tienen un número mayor de ciclos menstruales que aquellas que sí han parido -debido a la ausencia de embarazos y lactancia-, lo mismo sucede con las mujeres que iniciaron su menarca a edad más temprana y con quienes presentan la menopausia más tardíamente. A más ciclos, más riesgo de cáncer.

·En dos amplios estudios epidemiológicos (Tha Lancet, ibid), uno británico y otro norteamericano, se concluye que la píldora contraceptiva no incrementó el riesgo de cáncer de mama y redujo de manera significativa (50-60 por ciento) el riesgo para el ovárico y el uterino además de que la protección continuó por 20 años más, lo que indica un beneficio a largo plazo.

Cuando apareció la píldora a principios de los 60, esta se tomaba -y aún se hace- durante 21 días con 7 días de placebo, régimen que inducía la menstruación en cada ciclo. Recientemente se ha puesto a disposición de las mujeres en los Estados Unidos y el Reino Unido, contraceptivos orales que evitan la menstruación, mismos que han ganado rápida aceptación. Ya se verá con el tiempo, si esta nueva forma de píldora reduce aún más el riesgo de los cánceres del aparato reproductivo de la mujer.

¿Por qué no poner a disposición de las monjas -ya que han elegido esa ruta de existencia- la píldora con fines de prevención del cáncer? ¿Será la Iglesia católica capaz de conceder esa dispensa?

hgoldbard47@gmail.com

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario