viernes, 28 de septiembre de 2012

Leche CONASUPO


¿Y Raúl Salinas de Gortari, cuando va a pagar con la cárcel por el genocidio de miles de niños que fueron afectados por la leche contaminada importada de Irlanda cuando él era alto funcionario de CONASUPO? Eso parece que se le olvida a la sociedad mexicana, denunciado por Guillermo Zamora en una investigación que hizo libro en Editorial Planeta en 1997 y que muy pocos libreros comercializaron, en este libro se menciona que se importaron 40,000 toneladas de leche contaminada por radioactividad por la explosión de la planta nuclear de Chernobyl en la URSS en 1986, ahora Ucrania,  esa leche fue traída al país entre 1986 y 1987,  y consumida en las tiendas CONASUPO, ver este sitio de internet de Holanda,
http://www10.antenna.nl/wise/index.html?http://www10.antenna.nl/wise/349-50/conta.html, , Brasil avisó anticipadamente a México, pero lo importante era hacer un negociazo, esto dejó a Raúl y socios de la Conasupo, unas ganancias estimadas en 50 millones de dólares,  la leche irlandesa tenía una radioactividad de  2,730 Becquerals por kilogramo, en Suecia la radioactividad midió 3,585 bq/kg,  lo que es una muy fuerte dosis que genera inminentemente cáncer, este asunto fue denunciado en el Congreso por Adolfo Aguilar Zinzer, donde formó parte de la comisión investigadora de Conasupo y sus empresas filiales -que descubrió la maraña de complicidades en la importación de leche por empresas ligadas con Raúl Salinas de Gortari-, así como de las comisiones de Relaciones Exteriores, Asuntos Fronterizos, de Radio, Televisión y Cinematografía y la especial de Comunicación Social de la Presidencia, debido a su presión el Gobierno de México accedió a regresar 3,000 toneladas. Posteriormente esas relaciones oscuras le permitieron a su hermano Carlos, radicar en Dublín, la capital de Irlanda, entre ellas la del magnate México-irlandés Rómulo O’ Farril y su relación con Tony Ryan, dueño de la aerolínea RyanAir, cónsul honorario en México de la Republica de Irlanda, y del político y Secretario de Estado John O'Donoghue , el Embajador de México en ese país era Agustín Gutiérrez Canet, posteriormente asesor personal de Vicente Fox, por si hubiera alguna duda de las relaciones directas entre ambos personajes, en donde obtuvo su doble ciudadanía en cerca de 20 MDD, gracias a las negociaciones de Carlos Cabal Peniche, dicen algunos que el prestanombre de Raúl Salinas y MMH, y las relaciones con el jeque saudita Khalid Bin Mafhouz (cuñado de Osama Bin Laden, -la hermana de Khalid se llama Sabina- y socio de Cabal en la empresa Eastbrook de Citibank, Presidente del BCCI el mega banco de la CIA, apoyador del grupo terrorista Hamas ), que ya en 1990 había obtenido su ciudadanía irlandesa debido a sus conexiones con el ERI y el ciudadano irlandés de ascendencia judía Brahim ¿por qué nunca investigamos porque Salinas se fue a Irlanda?. ¿Porque Raúl y socios no toman el ejemplo de Irlanda que creó una Organización humanitaria llamada Niños de Chernobyl
http://lawrencetown.com/chernobyl.htm y así se dedica el resto de su vida a una actividad ética y moralmente aceptada por la sociedad?

Datos de la Secretaría de Salud revelan que existen 18 mil niños mexicanos con algún tipo de cáncer, desde los cero a los 18 años de edad, es decir, 10 mil casos nuevos de cáncer infantil, cada año.

“Sólo en el Distrito Federal hay 3 mil caso nuevos por año de niños con cáncer entre los cero y 18 años de edad”, dice el doctor Romero Rodríguez, del Consejo Nacional para la Prevención y tratamiento del Cáncer Infantil, de la Secretaría de Salud. ¿cuántos se le deben a la leche contaminada de CONASUPO?.


La leche radioactiva de la Conasupo
Posted by achtung! on enero 12, 2011
VI. Cómo Chernobyl llegó a México. El caso de la leche contaminada.
En 1987 tres barcos arribaron al puerto de Veracruz procedentes dela República de Irlanda. Los navíos descargaron en México cerca de 45 mil toneladas de leche en polvo que el gobierno mexicano, a través de la paraestatal y hoy desaparecida Conasupo, compró a la compañía Irish Dairy Borrad. Ese cargamento de lácteo estaba contaminado con elementos radioactivos liberados durante la explosión de Chernobyl. Pese a ello, el producto se distribuyó y comercializó entre la población mexicana.
En abril de 1986, el accidente en la central nuclear de Chernobyl provocó que durante varias semanas y meses una nube radioactiva afectara varios países europeos, entre ellos, la República de Irlanda. Naciones europeas, como Alemania, prohibieron la comercialización de lácteos y otros productos para el consumo humano, debido a las altas concentraciones de elementos radioactivos que registraban. Incluso, la Organización Mundial de la Salud advirtió sobre los riesgos de comercializar alimentos contaminados.
La organización ecologista española Alternativa Verda denunció que entre 1986 y 1987 comenzaron a venderse en diversos países, entre ellos España, productos contaminados con la radiactividad que provocó el accidente de Chernobyl. México fue una de las naciones en donde se comercializó esos productos.
El caso de la leche contaminada con elementos radioactivos se conoció gracias a que elementos de la 3ª. Zona Naval de Veracruz enfermaron de diarrea. En la búsqueda del foco de infección, el vicealmirante Manuel Rodríguez Gordillo encontró que los marinos habían consumido leche en polvo que había llegado de Irlanda y se encontraba en la aduana marítima.
El periodista Guillermo Zamora, quien realizó una serie de reportajes sobre el tema para la revista Proceso, explica en su libro Caso Conasupo: la leche radioactiva (Planeta, 1997), que Rodríguez Gordillo destacaba dentro de la marina por sus conocimientos en física, matemáticas y guerra submarina, así como por su honestidad y conocimiento de la realidad mundial. Este marino había leído todo lo relacionado sobre el accidente de Chernobyl y la contaminación de alimentos que provocó la catástrofe nuclear.
Para despejar sus dudas, el vicealmirante llevó unas muestras de la leche de Irlanda al físico Miguel Ángel Valdovinos, jefe de laboratorio de la planta nucleoeléctrica de Laguna Verde, quien analizó el lácteo y confirmó la contaminación: “Contiene altas concentraciones de estroncio 90 y cesio 137, en una cantidad superior en diez veces al mismo tolerable por el organismo humano, ambos elementos atómicos son considerados como altamente cancerígenos. Debe prohibirse, sobre todo, a los lactantes y a mujeres embarazadas”.
Las Madres Veracruzanas contra Laguna Verde y el Grupo de los Cien denunciaron la existencia de la leche contaminada, algo que el gobierno mexicano negó en un principio y, después, minimizó. Por ejemplo, la Secretaría de Salud, bajo la dirección del doctor Guillermo Soberón y del subsecretario Jaime Martuscelli, autorizó la distribución y comercialización de la leche, argumentando que no tenía “contaminación radioactiva y puede ser consumida por el serhumano”.
En ese entonces, el director de Conasupo era José Ernesto Costemalle, mientras que Raúl Salinas de Gortari era el director de Liconsa, organismo que comercializó la leche entre la población y algunas empresas dedicadas a la elaboración de productos lácteos.
Después de la denuncia de las Madres Veracruzanas y del Grupo de los Cien, el director de Conasupo, José Ernesto Costemalle señalaba que “sólo 42 toneladas de leche en polvo —y no las siete mil quehabía dicho el Grupo de los Cien— se hallaron contaminadas por radioactividad”.
Días después, el subsecretario de salud, Jaime Martuscelli, reconoció que Conasupo adquirió de Irlanda “mil toneladas de leche contaminada por radioactividad con niveles muy por encima de los permitidos”. Y aseguró que se regresarían al país de origen.
La investigación periodística realizada por Guillermo Zamora mostró que las cifras del gobierno eran falsas. En realidad se habían importado de Irlanda cerca de 45 mil toneladas de leche, de las cuales, sólo se regresaron al país europeo 4 mil toneladas. Nadie pudo explicar qué ocurrió con el resto.
Guillermo Zamora señala atinadamente qué ocurrió con el caso de la leche contaminada: “Nunca hubo una auditoría, ni demanda penal o administrativa por parte del gobierno. Nunca actúo la Contraloría General de la Federación; así como tampoco se dio un seguimiento de parte de las autoridades de la Secretaría de Salud. En apariencia no había pasado nada, había concluido el asunto de la leche contaminada.”
http://www.greenpeace.org/raw/content/mexico/press/reports/la-amenaza-nuclear.pdf
Línea de Investigación No. 5
Importación de leche en polvo contaminada con radiactividad originaria de Irlanda.
Objetivo: Determinar si se importó leche con radiactividad de Irlanda.
Avances: Esta línea de investigación, casi terminada, llegó a las siguientes resoluciones:
CONASUPO sí importó y comercializó leche radiactiva en 1986.
Sí se realizaron pruebas de dilución con apoyo de LICONSA.
Hubo ingesta de leche contaminada y productos derivados.
Los directores de CONASUPO omitieron la información acerca del tema, siendo que se trata de un alimento básico y de gran consumo poblacional.
La paraestatal, conociendo el accidente ocurrido en la planta nuclear de Chernobyl en la exURSS en 1986, no tomó las medidas pertinentes para verificar y comercializar la leche, así como para revisar el contrato con la empresa irlandesa.
http://www.cddhcu.gob.mx/cronica57/contenido/cont4/sesi%F2n12.htm
Gerardo Leyva Hernández 
Recordando a la leche contaminada
El Sol de Zacatecas
16 de marzo de 2011

Dicen que los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla. En estos días que la humanidad observa temerosa la crisis nuclear que sufre Japón, en donde se han producido liberaciones de materiales radioactivos y tenemos el riesgo de un desastre mayor que pondría en riesgo la vida y la salud de miles de personas, conviene recordar lo que sucedió con la leche contaminada que distribuyó Conasupo-Liconsa en los años ochenta.

Hasta antes del temblor y tsunami que destruyó una parte de Japón, la más grave crisis nuclear de la historia era la de Chernobil. En 1986 esta planta nuclear sufrió una explosión de hidrógeno que tuvo consecuencias catastróficas para esa región, pero también para México.

En efecto, pocos meses después del desastre, el Director General de Liconsa, Raúl Salinas de Gortari, en acuerdo con el Director General de Conasupo, José Ernesto Costemalle, adquirieron y distribuyeron a la población mexicana 45 mil toneladas de leche contaminada proveniente de la región de Chernobil, a través de la empresa irlandesa Irish Dairy Borrad.

El cargamento llegó al puerto de Veracruz en 1987, lo que generó gravísimos problemas de salud, sobre todo de cáncer de tiroides y afectaciones a bebés y mujeres embarazadas. A pesar de que tanto la Secretaría de Salud como la propia Conasupo y Liconsa, negaron durante años estos actos de corrupción criminal, hoy están demostrados y documentados más allá de toda discusión.

Jamás se castigó a los responsables, ni siquiera se realizó una investigación seria e independiente. Simplemente se cerró el caso sin reparar alguna compensación a las víctimas.

Hoy que Japón vive esta emergencia, los mexicanos debemos ser de los más atentos para no permitir que la endémica corrupción de nuestra alta burocracia, realice otro de sus ya famosos actos de corrupción con consecuencias nefastas para la salud de la población.

A pesar de que han transcurrido 25 años de la tragedia de Chernobil, la corrupción en los altos niveles de gobierno de nuestro país, continúa intacta. Es indispensable que la sociedad se mantenga muy atenta en los próximos meses y años para no permitir que el ansia de riquezas de unos cuantos, afecte a los sectores más vulnerables de la sociedad, como lo son las mujeres y los niños.

La importación de leche contaminada fue uno de los sucesos de corrupción más bochornosos de nuestra historia y uno de los más irresponsables y descarados del mundo.

Raúl Salinas de Gortari se enriqueció de forma escandalosa gracias a este tipo de actos criminales. Fue encarcelado por situaciones que probablemente ni siquiera cometió, pero las muertes y enfermedades que provocó con la importación de leche contaminada, quedaron vergonzosamente impunes.

La leche contaminada de Chernobil fue denunciada gracias al valor y patriotismo del vicealmirante Manuel Rodríguez Gordillo, de la tercera Zona Naval de Veracruz, quien al darse cuenta de que sus soldados enfermaban después de consumir leche Conasupo, llevó las muestras al laboratorio de Laguna Verde, cuyos técnicos dictaminaron la contaminación.

También participaron en la investigación y denuncia de los hechos varios periodistas y medios de comunicación mexicanos. Lamentablemente nada de esto fue suficiente para lograr el castigo a los culpables.

Hoy los mecanismos de transparencia y acceso a la información otorgan a los ciudadanos y organizaciones herramientas que pueden permitir detectar y señalar a tiempo este tipo de actos.

Los mexicanos tenemos que recordar siempre que no por el hecho de que las tragedias nucleares ocurran a miles de kilómetros, estamos inmunes a sufrir las consecuencias.

Es importante no perder de vista que los mexicanos esperamos con gran solidaridad con el pueblo Nipón, que ningún proceso de contaminación suceda por los consecuentes daños y efectos colaterales que ello conlleva sin embargo, con las experiencias de lamentables hechos similares ocurridos en otros tiempos, estamos obligados a asumir una posición de defensa para que no se repitan hechos de abuso como los de la leche contaminada proveniente de Chernobil.

Comentarios: prensaleyva@gmail.com

* Diputado federal

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